Nos encontramos en un momento crucial. El Fondo Monetario Internacional (FMI), proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) mundial se contrajo 3.5% en 2020 debido al impacto económico de la pandemia en casi todos los países. En particular en México, el FMI estimó una contracción de la economía en un 8.5%. De cara al 2021, la disponibilidad y distribución de la vacuna nos brinda gran esperanza de frenar el impacto causado por el virus en la salud y salvar un número incalculable de vidas. Abordar de manera efectiva la crisis sanitaria, también significa que la recuperación económica se convierta en una posibilidad más sólida.
Para dar paso a la recuperación, las compañías y organizaciones de cada industria están acelerando sus soluciones digitales, recurriendo a la tecnología en la nube para resolver los retos y encontrar nuevas oportunidades. De hecho, McKinsey estima que la pandemia impulsó una aceleración de tres a cuatro años en la adaptación de tecnologías digitales.
La primera tendencia es que todos los negocios necesitan una puerta de entrada digital. Las actividades remotas, tanto laborales como personales, obligan a las empresas a replantear la experiencia del cliente y a pensar cómo usan y analizan los datos para comprender mejor a sus s. La presencia física ya no es suficiente para sostener un negocio en crecimiento.
Hoy, los consumidores exigen múltiples puntos de digitales interconectados en todas las industrias. Por ejemplo, los minoristas pueden conectarse a través de una aplicación móvil, un kiosko, una página web, un chat y un call center con Inteligencia Artificial. La digitalización también le da a las empresas la gran oportunidad de usar y analizar datos para tomar decisiones informadas y acercarse a sus clientes con experiencias más útiles, productivas y memorables. La manera en que las organizaciones crean y transforman sus puertas digitales hoy, definirá sus oportunidades de mañana.
La segunda tendencia es que los negocios necesitan aminorar sus costos y remodelar sus plataformas para el futuro. La incertidumbre actual provoca una constante revisión de las áreas del negocio que se pueden optimizar. Comprar, mantener y actualizar la infraestructura tecnológica necesaria para istrar un negocio no solo es difícil, sino que cada vez es más costoso y prohibitivo debido a los sistemas de TI inflexibles y todavía dependientes de la interacción humana. Cuando se adquiere infraestructura fija, la inversión es la misma, tanto si la usas como si no, además de que ésta tiende a caducar con el tiempo. En cambio, al mudarse a la nube, se invierte la cantidad justa, lo que permite adaptar el consumo para satisfacer la demanda. Además, se tiene la ventaja de tener la mejor actualización tecnológica en todo momento en temas de seguridad, red y disponibilidad, por mencionar algunos. No existe la obsolescencia. Esto permite a los negocios reinvertir el capital restante para crear experiencias que sumen valor a sus clientes. El ahorro en costos y la eficiencia operacional son dos de los beneficios más grandes de mudarse a la nube. De hecho, Gartner estima que la infraestructura como modelo de servicio crecerá un 27.6% en 2021. Adicionalmente, las compañías se están dando cuenta del potencial de una estrategia híbrida y multinube, factores que les permiten alcanzar una estructura abierta, moderna y segura que pueda funcionar en cualquier ambiente y en cualquier nube, sin candados.
Finalmente, las compañías necesitan adoptar nuevos métodos de trabajo. El nuevo modelo llegó para quedarse y ha aumentado la necesidad y urgencia de replantear cómo hacemos las cosas. Vemos la necesidad de un ambiente híbrido, en donde los equipos puedan usar un espacio digital que les permita colaborar en una plataforma flexible y basada en la nube para generar nuevas ideas. Las compañías necesitan replantearse cómo los empleados se desarrollan, cómo apoyan a la fuerza laboral de primera línea, cómo comparten conocimiento y cómo digitalizan rápidamente la experiencias de los consumidores.
Seguimos en un momento de transformación, por lo que este año se esperan aún más cambios. Sin embargo, para enfrentarlos lo primero que debe modificarse es cómo respondemos a ellos, abiertos a innovar y a ver oportunidades nuevas. Quienes adopten el cambio de manera ágil, sin importar que sea incómodo, pero comunicando de arriba hacia abajo, podrán transformarse fundamentalmente y serán más fuertes y versátiles que antes.
Julio Velázquez, Director de Google Cloud en México
