Nuestro sistema de competencia podrá no ser el mejor, ni el más justo, pero sí genera gran espectáculo y, en los últimos años, buen nivel.
Mención aparte merecen, como es obvio, Toluca y América. Lo de los Diablos es tan magnífico como imaginable.
El pasado torneo sucumbió de manera vergonzosa ante América: Toluca era el gran favorito, pero América sacó a flote todo su oficio, toda su experiencia y su calidad para tumbar a un Toluca que parecía invencible.
Pues bien, ahora los de Nemesio Diez podrán optar a la venganza en la final. Existen estadios que de verdad pesan, que de verdad influyen de manera determinante, y la casa del Toluca es determinante.
Ahí sucumbieron Monterrey y Tigres, dos de los mejores planteles de la liga. Toluca se ampara y se resguarda en su casi inexpugnable campo.
Pero América es el mejor equipo de los últimos 2 años en México.
La dinastía que baila al ritmo de Jardine ha encontrado un estilo, un modelo y una idea que hacía amucho tiempo no tenían los de Coapa.
América es el más grande, de eso no hay dudas, y como tal debe aspirar a todo y ganarlo todo, siempre.
Pero ahora ya tendrá rival digno en el Toluca. Cruz Azul fue mera comparsa para que América se luciera, fuera heroico y le diera a su afición una satisfacción más.
Claro que el partido de ida será espectacular, pero no será definitivo.
Ambos equipos homenajean al futbol y van con la idea de siempre jugar bien, no solamente para el público, sino porque su genoma así está incrustado en su genética.
Por eso ambos clubes están donde merecen estar.
Pero vayamos con la contraparte. Los equipos regios vuelven a hacer el ridículo porque son los que más gastan, los que tienen los mejores planteles y los que siempre están obligados a levantar el título sí o sí.
Obviamente el campeón solamente puede ser uno, pero ambas instituciones están más que obligadas a levantar el trofeo; por su inversión, por sus infraestructuras, por sus planteles, por todo lo que los envuelve y porque tienen a las mejores aficiones del país.
Me extraña, como ya lo he escrito muchas veces, que instituciones como FEMSA y CEMEX estén dispuestas a perder (casi siempre) tanto dinero.
Porque es claro que al no levantar el título no se puede decir que hay negocio.
Tengo entendido que las empresas más importantes buscan ganar dinero, no perderlo.
Por lo tanto Rayados y Tigres no establecen un circuito lógico en ese sentido, porque la inversión termina siendo mayor que la ganancia.
Pero bueno, al final cada quien hace lo que le plazca con su dinero, y ellos tienen todo el dinero del mundo.
