Uno tiene derecho a creer en lo que se le antoje, como también tiene derecho a no creer en lo que no quiera creer.
Yo no creo la versión de Fernando Ortiz de que el cambio de Barticciotto obedeció a un tema de cuidado del futbolista.
El aficionado del Santos está muy indignado porque ayer salió del campo el mejor futbolista que hoy por hoy tiene el equipo.
Además, el equipo venía de varios días de descanso, sin tener competición oficial ¿no fue tiempo suficiente para que Barticciotto se recuperara por completo de la lesión de semanas atrás?
Pregunto a la afición: ¿acaso lo vieron, durante el partido, con cansancio físico o que evidenciara algún tipo de molestia?
La respuesta es clarísima: no. Es más, el delantero del Santos evidenció un estado de forma envidiable y una potencia que solamente le veíamos a Matías Vuoso.
La cara de Ortiz en la rueda de prensa lo dice todo: no está convencido de lo que dijo.
Pero aunado a ello, tenía una expresión de que no encontraba por dónde salir huyendo, ante la vergüenza que le genera el saberse total y único responsable de la derrota del domingo en el TSM.
Quien facilitó todo para que el San Luis se llevara los 3 puntos, fue él. Pero lo más interesante es lo que declaró Barticciotto sobre el tema: nada.
En sus declaraciones, tras finalizar el partido, Barticciotto no menciona en lo absoluto el tema de su salida por una supuesta istración o cuidado de su estado físico.
En lo personal, y con el derecho que tengo a interpretar y opinar, siento que si no tocó el tema es porque no hay tal tema.
En otras palabras: Barticciotto sabe que físicamente está al 100%.
El Santos tenía el partido controlado y lo estaba gobernando a su antojo. Todos teníamos claro que la victoria estaba asegurada.
Pero Ortiz pecó y aplicó la del Cholo Simeone: sacar a los talentosos para controlar el partido.
Y en ese afán de control, terminó perdiéndolo. Nunca, pero nunca, deben salir del campo los mejores futbolistas de tu equipo, a menos que ellos mismos pidan el cambio por algún tipo de molestia.
Estoy convencido que Barticciotto en ningún momento pidió salir.
Y que desgracia que Dájome siga viendo minutos.
Es un pésimo delantero. Más desgracia aún es que Jordan Carrillo esté postrado en la banca; él solo es mejor que Dájome, Lozano y Fagúndez.
Una cosa debe quedar clara: si el Santos busca volver a ser el de antes y robustecer su proyecto y pagar la deuda con su afición, Barticciotto debe ser la piedra angular de ello.
Debe durar muchos años aquí.
