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El México de los años cincuenta
Lo que supone una narración de intriga y suspense, de esas que de unos años a la fecha abundan en el canon de nuestra literatura, pero que tiene también diferentes aciertos, como Waikikí. -
La eterna Rosario
No importó que la muerte la visitara pronto. Once meses después cumpliría cincuenta años. Ni que en existencia, y ausencia, muchos porfiaran su diversificada y fructífera creación. -
Ligia Urroz, narrar la infancia
Tuvieron que pasar cuatro décadas para que la nicaragüense Ligia Urroz (1968) hiciera las paces con su pasado. -
¿Un mundo sin Harry Potter?
¿Será posible un mundo sin Harry Potter? Responderá cada quien. Supongo muchos, el juicio lector tras de sí, de hacer caso a cualquiera de los conteos que suelen inundar las llamadas redes sociales. -
De la memoria de los hombres
Se dice en la novela del senegalés Mohamed Mbougar Sarr (1990), La más recóndita memoria de los hombres, que literatura puede ser sinónimo de respuesta —aunque también de problema, e incluso, defe, vergüenza, orgullo y, simplemente, devida. -
Vive Neruda
Algo tendrá la poesía del chileno Pablo Neruda (1904-1973) que sus formas y contenidos siguen alentando resistencia y humanidad. -
Tiempos de fuego
¿Recuerdan la guerra sucia? -
Los hijos de Lucio
Resultaba imposible no recordarla.Y narrador y personaje, acertadamente reunidos en una novela destinada a inventariarse en cualquiera de las lecturas más diversas —gozosas y especializadas— lo hace. -
Pedro Garfias, el más desterrado
Fue a principios de los setenta, pronto el siglo quedó atrás, que el cantautor español Víctor Manuel descubriera, al menos para su entorno artístico, marcadamente acotado por la represiva dictadura franquista, la obra poética del salmantino Pedro