Difícil situación la que enfrenta la presidenta Claudia Sheinbaum ante el frente económico abierto por el norteamericano Donald Trump, sobre todo a sabiendas de su evidente padecimiento bipolar con las estrategias en la aplicación de gravámenes, lo que ha provocado más estragos en su país que en los demás. El caso es que efectivamente empezamos a percibir estropicios más que evidentes en nuestro país. Esto ha llevado a declaraciones un tanto fuera de contexto y que aún no dejan de ser poco habituales, en Claudia, como aquello de proclamar a diestra y siniestra que “México no es títere de nadie”. Quizás esto refleja que en el fondo entre mandatarios no hay solamente elogios sino algunos problemas e inconformidades.
Por ello lo mejor hubiera sido que Sheinbaum hubiera estado en los funerales del Papa Francisco. Pero seguidora al fin de los ejemplos del anterior presidente, la actual prefirió seguir el camino del avestruz, tomó el pretexto de los vuelos, etcétera y mejor se la pasó visitando pueblos y comunidades, mientras muchísimos jefes de Estado o de gobierno estuvieron en primera fila de la misa realizada en la Plaza del Vaticano. Trump sí estudió y con un despliegue de emperador, quizás inspirado por los de Roma, de alguna manera se las ingenio para eludir a sus colegas en la ceremonia, buscando siempre el sitio más prominente posible, fiel a su afán protagónico. Y así fue, acaso con la breve charla con el ucraniano Zelensky.
De cualquier forma, Claudia pudo hacer algo para llamar la atención de Trump (un simple saludo), pero no se expuso nada. El protocolo vaticano suele ser muy riguroso, así que si la presidenta de México se hizo a un lado, enviando como representante a la secretaría de Gobernación, Rosa Isela Rodríguez, para efectos de un acto de tal naturaleza, queda en condición de haber perdido una estupenda oportunidad. No fue tampoco por la natural e infaltable asistencia de los reyes de España, aunque sobraron los dignatarios no católicos, y no creemos que ella, cuyos antecesores religiosos no son los de la mayoría de los mexicanos, igual hubiera servido para demostrar, sea de un credo o de otro o de ninguno, que lo que debía es el mensaje de condolencia de todo un pueblo que muy minoritariamente profesa otra fe,
Los últimos días no han significado nada bueno para Sheinbaum. La caída del proyecto “fast-track” de una nueva Ley de Comunicaciones significó mucho. Fue una derrota de su partido, quizás necesariamente no de ella, mientras que la oposición festinó el hecho por haber obligado a la corriente morenista a recular y empezar de nuevo. Ella no soporta más esa lucha interna de las facciones de su propio partido, incontrolables para Luisa María Alcalde y el desfogue de intereses de Monreal, de Noroña y del más empoderado de los legisladores de López Obrador, Adán Augusto López, quien por ahora, junto a Andy López encaminan el proyecto final: asumir el control total del país, bajo las reglas del gran caudillo.
Otra cuestión es la elección judicial, que cada día parece más confusa para los ciudadanos, que muchos no entienden todavía cómo es que puntea en el camino hacia la presidencia de la Suprema Corte una plagiara de textos, y ni qué decir de quienes la secundan. Ahora parece haber grandes dudas de tal elección. La maquinaria de Morena va por el mismo rumbo que el PRI, de eso no cabe duda. Las sospechas del gran fraude asoman con más fuerza y es que hay experiencias en el pasado que lo recuerdan. Por ejemplo, a las huestes morenistas, es decir a los que concurren a cumplir con una encomienda, se les entregaría una lista de números para anotarlos en las boletas. Esta es posiblemente una de las trampas a emplear. Y anótese desde ahora que habrá tantas inconformidades entre los centenares de aspirantes a los puestos judiciales que se podría originar el caos.
Como se ve, a Claudia le llueve en serio, mientras que el señor de Macuspana sigue aferrado a que no cambien “su” proyecto. Pero, la verdad, seguiremos igual mientras la presidenta decide darle ya a México, por decirlo en sus palabras, una “transformación” real encabezada por ella misma.
PD: Elevemos un recuerdo y una oración: el mundo, América Latina y México han perdido al Papa que movió conciencias y VERDADERAMENTE fue en pos de los más urgidos.