Reiteradamente, el gobierno de Estados Unidos envía mensajes que alertan a nuestro país, como el aviso de un posible gravamen a las remesas que nuestros compatriotas envían de aquella nación.
Desde que inició su istración, e incluso antes de iniciarla, el presidente Donald Trump ha ejercido presión en sus relaciones comerciales con todo el mundo bajo la amenaza de imponer medidas arancelarias so pretexto de apoyar a su economía interna.
En el caso de nuestro país, además ha involucrado el tema migratorio con mucha insensibilidad. Pero en cada ocasión, nuestra presidenta, la Doctora Claudia Sheinbaum, ha demostrado tener el temple y la sensibilidad para encarar y encontrar una solución ecuánime.
Como legisladores estamos obligados a respaldar a nuestro gobierno y desde nuestra posición extender la propuesta de diálogo y colaboración con nuestros pares como lo ha hecho la Presidenta.
Por eso es que dirigimos una carta a Mike Johnson, es el speaker de la Cámara de Representantes en Estados Unidos, donde le expresamos la inquietud que generó el intento legislativo para gravar con un 5% adicional las remesas que envían, no sólo nuestros paisanos, sino cualquier inmigrante en esa nación.
Como siempre lo ha planteado la presidenta Sheinbaum, el diálogo ante todo. Le expusimos al señor Johnson la necesidad de dialogar sobre este tema y sobre otros temas importantes como la seguridad, el tráfico de armas, la migración y todos los temas relevantes.
Y propusimos establecer una agenda y una fecha para que un grupo de diputadas y diputados federales podamos acudir a la Cámara de Representantes para iniciar estos acercamientos y trabajar cara a cara en temas de interés legislativo en entre ambas naciones.
Vamos a seguir los conductos diplomáticos, los conductos legislativos oficiales para establecer un puente de diálogo con nuestros pares estadounidenses y poder compartir nuestras agendas y perspectivas.
La Presidenta convocó a los migrantes mexicanos a enviar cartas a los representantes estadounidenses, y para nosotros es prioritario estrechar los vínculos formales con los congresistas para que estas inquietudes no queden en intenciones, que no sólo queden en manifestaciones, sino que sean ya comunicaciones directas, comunicaciones específicas, con peticiones concretas y trabajo colaborativo.