La Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), encargada de agrupar a las compañías petroleras privadas que desde la reforma energética de 2014 ganaron contratos para operar en campos terrestres y marinos, licitados por la Secretaría de Energía, tienen en su agenda más acciones encaminadas para el país.
Mientras algunos ya empiezan a generar una producción que, de acuerdo con la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) ya supera los 100 mil barriles, los objetivos de la mayoría se enfocan en perforación de pozos así como en la reevaluación de los planes de desarrollo, detenidos por la emergencia sanitaria desde el primer semestre de 2020.
Pero antes, durante y después de la pandemia, sus labores coinciden con el arribo de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República. La incertidumbre para muchos era sobre la continuación y los permisos para seguir con sus maniobras, reportar a los órganos reguladores sus avances y qué áreas contractuales tienen petróleo con fines comerciales.
Uno de esos factores favorables ante el gobierno federal, antes de sacar el primer barril crudo en las referidas áreas, fue el apoyo a las comunidades en su zona de influencia afectadas no solo por el covid-19, sino detectadas con pendientes que puedan mejorar su calidad de vida.
En Tamaulipas, BHP Billiton (hoy convertida en Woodside) le entró a la responsabilidad social al dar incentivos a pescadores, promover actividades con la academia y encontrar en esos nichos la cercanía con una población del sur del estado.
Petronas colabora con la enseñanza de inglés para universitarios. Chevron se dedicó a capacitar y certificar soldadores, cuyos conocimientos les servirán para cualquier proyecto y en cualquier compañía. Recientemente, Repsol dio herramientas a familias que viven de la acuacultura.
Todo ellos son bien vistos por la Cuarta Transformación por esa sencilla razón: ayudar al pueblo, sin servirse de él. No solo es dar empleo o dejar su capital, también suman labores pese a no tener utilidades, por ahora.
De ahí, el sexenio estatal de Américo Villarreal Anaya será clave. Todo apunta que en su mandato saldrán el deseado primer barril y otros beneficios. _