Nota para el lector: Este trabajo periodístico aborda casos de abuso sexual infantil e incitación al suicidio.
DOMINGA.– Kaleb Christopher Merritt, un chico texano de 21 años, planeó cómo convertirse en héroe de sus seguidores, adolescentes que se excitan con el dolor propio y ajeno. La policía comenzó a indagar el nombre de lo que parecía un club secreto –CVLT– y cuando lo encontraron, sonaron las alarmas. Decenas de casos llevaron a las autoridades al mundo de los cultos en internet.
Primero, Merritt pasó días navegando por Instagram hasta que ubicó a Allie, en diciembre de 2020, una adolescente que tenía el perfil para abducirla: una relación tormentosa con su familia. Comenzó a halagarla. El cortejo duró mes y medio por internet. Un trabajo meticuloso de mentira sobre mentira. Hasta que Allie, de 12 años, aceptó el plan de encontrarse a solas. Merritt viajaría hasta la casa de la niña en Basset, Virginia, y en la parte trasera construiría un pequeño campamento para verse a escondidas. Cuando éste quedó armado, pasaron de las videollamadas a las citas en persona.
Pero nunca estaban a solas. Cientos de ojos los seguían en cada encuentro. Merritt transmitía en un chat privado de Telegram cada cita con Allie, que concluía con abuso sexual. La niña de 12 años había sido manipulada para convencerla de que esas agresiones la harían convertirse en miembro de un grupo secreto que la arroparía como no lo había hecho su familia.
Los encuentros entre ambos terminaron el 14 de febrero de 2021: Allie había desaparecido dos días antes y gracias a una Alerta Amber la policía estatal de Virginia inició una búsqueda que incluyó sus cuentas de redes sociales. Ahí supieron de su “novio”, el campamento secreto y las violaciones en línea. Cuando el teléfono de Merritt fue geolocalizado, dieron con ambos en un restaurante en Henderson, California del Norte. Para alivio de policías y familiares, la niña estaba ilesa.
Pero la calma se hizo angustia. Las investigaciones encontraron que Kaleb Christopher había convencido a Allie de mudarse con él y que, una vez viviendo juntos, planeaba convertirla en esclava sexual para presumirla ante sus seguidores en línea, entre ellos menores de edad. Si juntaba suficientes animadores, revelaron las autoridades, la mataría semanas después en un video para suscriptores.
Cuatro años más tarde del secuestro y rescate de Allie, el Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó una acusación formal contra cuatro hombres, entre ellos, Kaleb Christopher Merritt, a quienes señala como fundadores y líderes de CVLT, un culto en línea nacido en 2019 que ganó miles de seguidores, según las autoridades.
Afirmaban a sus seguidores que CVLT era legal
Kaleb Christopher se hacía llamar El Sociópata, Rohan Sendeep tenía el alias de Rohan es Diossss, Collin John Thomas era Cvllin y Clint Jordan Lopaka, Whoops. Los cuatro dirigían desde sus casas en California un espacio en internet con ideas de extrema derecha llamado Plataforma D, al que llegaban atraídos menores de edad vulnerables para convertirlos en su “ejército de sádicos seguidores”.
De acuerdo con los reportes policiales, primero, les enseñaban pensamientos y reflexiones de ideología neonazi, nihilismo, y anarquía a niñas y niños con alguna discapacidad intelectual o que ya eran víctimas de abusos físicos o sexuales. Ya adoctrinados, comenazaba la etapa de deshumanización: los obligaban a ver videos de animales torturados, ser testigos de la violación de mujeres y niñas, cortarse el cabello y comérselo en vivo mientras recibían insultos de otros , o cortarse con navajas de afeitar para marcarse los nombres de los fundadores de CVLT.
Después, tenían que grabarse haciéndose daño o dañando a otros. Se les orillaba a golpearse, colgarse con cinturones, aventarse de las escaleras para romperse huesos.
Rohan es Diossss describió en Reddit a CVLT como “un culto oscuro y sádico”, “una versión extrema de dominación y sumisión”, cuya misión era crear una “cadena infinita de masoquistas que satisfagan mis deseos sádicos”. También afirmaba a sus seguidores que todo era legal. “Habiendo ya degradado a los niños, los de CVLT empleaban, persuadían, orillaban o forzaban a los niños a lastimarse y producir pornografía infantil. Esta pornografía infantil a veces incluía el uso de sus mascotas u otros niños o insertarse objetos como cuchillos o cactus en los genitales”, describe la acusación criminal.
Si los niños ya no querían seguir grabándose, entonces los de la comunidad les hacían “SWAT” –en referencia a la unidad de Armas y Tácticas Especiales de la policía de Los Ángeles– que consistía en ubicar sus domicilios y mostrarle los videos a sus familiares. Algunos de esos niños “swateados”, creen los fiscales, se suicidaron.
La Plataforma D cerró en 2022, luego de tres años de operación y la detención de sus cuatro fundadores. Martín Estrada, exfiscal para el distrito central de California, ubicó a 13 víctimas menores de edad, pero él mismo ha reconocido que seguramente hay cientos por la cantidad de videos pornográficos que estaban alojados en la plataforma.
Pero CVLT no ha desaparecido completamente. Los cultos en línea de extrema derecha tienen miles de seguidores por el mundo y cuando uno se extingue, otro culto aparece como si tuvieran un pacto con el diablo.
Por qué recen los cultos en línea para adolescentes
En enero de 2025, la Oficina Europea de Policía (Europol) lanzó una advertencia a millones de seguidores. Como si alertara sobre cárteles, mafias u organizaciones terroristas, la agencia de seguridad pedía estar atentos a una nueva forma de crimen organizado que ha crecido aceleradamente en los últimos años: los cultos en línea para adolescentes.
“Estos grupos en línea están interconectados, formando una red que recluta tanto a agresores como a víctimas a nivel mundial. El contenido compartido por individuos que pertenecen a estos grupos es extremadamente violento, incluyendo desde imágenes sangrientas y crueldad animal, hasta material de explotación sexual infantil y representaciones de asesinatos"
“La difusión de este contenido extremo sirve como un medio para desensibilizar a personas vulnerables, con el objetivo de romper las normas sociales y normalizar la violencia para corromper a menores y adoctrinarlos hacia la violencia futura”, se lee en el comunicado. Es la advertencia más reciente, pero que llega tarde: ya organizaciones como el FBI o la Interpol han pedido no subestimar el poder de estos cultos en línea.
Y lo que cuentan periodistas como Ali Winston, experto en seguridad, es estremecedor: la mayoría de los líderes de estas comunidades expresan su iración a un grupo secreto llamado la Orden de los Nueve Ángulos (O9A), un culto satánico británico fundado en 1960 y que hoy se considera una agrupación terrorista por su propaganda neonazi y que glorifica asesinatos contra minorías y la supremacía blanca.
“Suena como una conspiración barata, pero no lo es: hay una red internacional de depredadores satánicos que atraen niños en plataformas aparentemente inofensivas, como Discord, Minecraft o Roblox, y los extorsionan para explotarlos sexualmente y que se hagan daño”, escribió Winston en su reportaje “Hay rincones oscuros en internet. Y existe 764”, publicado en ‘Wired’.
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El periodista se refiere a una escisión de CVLT llamado 764 por los primeros tres dígitos del código postal de Stephenville, Texas, una pequeña comunidad donde vivía Bradley Cadenhead, un chico que en 2021 fundó su propio culto en línea de extrema derecha. Tenía sólo 15 años. Tras abandonar la escuela por ser víctima de acoso escolar, Cadenhead creó en su habitación, a solas, un alterego llamado Felix que era todo lo que él no era en la vida real: imponente, agresivo, poderoso. Y usó las técnicas de extorsión y degradación de Rohan es Diossss en CVLT para explotar sexualmente y extorsionar niños para volverlos tan miserables como él.
Al mismo tiempo, estableció alianzas con otros líderes adolescentes en Europa, como el georgiano Michail Chkhikvishvili, alias Comandante Carnicero, del culto Maniacos Asesinos, que ganaron notoriedad por transmitir en línea ataques contra personas en situación de calle, migrantes y planear el envenenamiento de niños judíos. Tanto Félix como Comandante Carnicero están detenidos y enfrentan cargos de prisión vitalicia sin haber cumplido los 22 años de vida.
Cultos en la extrema derecha o abiertamente incel
El trabajo de Félix ha inspirado a otros adolescentes a formar sus propios cultos. Este 6 de mayo, el FBI reconoció que tiene pendientes 250 investigaciones contra personas ligadas al culto 764 con víctimas de todo el mundo –mexicanos, incluidos–, como The Rocker, un chico de 19 años con una colección de más de 8 mil 300 videos de imágenes de niñas y niños que los detectives han calificado como “una muestra del más horrendo, malicioso contenido que puede existir en internet”.
Algunos fundadores tienen tan sólo 13 años. La lista es tan larga como aterradora. Ellos han creado a los cultos Harm Nation, Leak Society, 7997, 8884, 2992, Court, Kaskar, 555, 6996, 404, NMK, 303, XVN o H3ll. O, simplemente, se identifican como La Com o La Comunidad. Y están por todo el mundo.
En octubre de 2024, un niño de 14 años que se identifica con el alias Slain –miembro de 764–, transmitió en vivo ocho ataques y apuñalamientos azarosos en Hässelby, Suecia. En febrero de este año, la policía italiana en Bolzano detuvo a un adolescente irador de OA9 con explosivos para filmar una película snuff, es decir, un género de horror real en el que el protagonista muere. Y también en el mismo mes, detuvieron a un joven de 23 años, Hugo F.P., en Valencia, España, antes de llevar a cabo un tiroteo masivo en su escuela.
Los últimos cultos descubiertos por autoridades han comenzado a cambiar su discurso, pero casi siempre en el espectro de la derecha extrema: atacan desproporcionadamente a niños afroamericanos –a algunos los han obligado a tallarse en los brazos las palabras “negro” o “esclavo”–, hispanos migrantes o con discapacidad para orillarlos al suicidio y hacer una limpieza social.
Otros se definen abiertamente “incel”, es decir, “celibato involuntario”, una subcultura en internet de hombres que se sienten solos o no deseados por mujeres y que se unen en torno a pensamientos machistas y misóginos. A ellos se les enseña a ir tras niñas pequeñas antes de que empiecen a interesarse en los chicos de su edad, y las “castigan por adelantado” por todo el daño que harán cuando tengan 14 o 15 años y rechacen a otros adolescentes. Eso incluye, como lo dicta el manual de CVLT, orillarlas a mutilarse para volverlas “feas” y “deformes” cuando tengan edad de desear tener una pareja en la escuela.
“Los líderes de los cultos abogan por el colapso de la sociedad moderna a través de actos de terrorismo, caos y violencia, difundiendo ideologías que inspiran tiroteos masivos, atentados con bombas y otros actos de terrorismo. La detección de este tipo de actividades criminales es fundamental, no sólo para prevenir la violencia y el daño contra los objetivos [jóvenes en situación de riesgo], sino también para evitar que las víctimas sean manipuladas hasta convertirse en agresores y causen daño a otras personas”, aconseja la Europol.
Algunas maneras de identificar la afiliación de un adolescente a un culto en línea es la secrecía extrema por sus actividades en internet, aislamiento social, señales de ansiedad o depresión, interés en contenidos violentos, el uso repentino de símbolos o códigos o la aparición de lesiones en el cuerpo.
Las autoridades de todo el mundo están alertas a esta nueva modalidad de crimen organizado: un rincón oscuro del internet que convence a niños de salvarlos convirtiéndolos en un ejército sin corazón, pero en realidad los destruye.
Si necesitas ayuda psicológica, la línea telefónica Línea de la Vida 800 911 2000, de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, ha constituido un mecanismo para brindar apoyo emocional a las personas que lo requieren.
GSC/ATJ
