La colonia Roma en Ciudad de México, cuenta diversas leyendas que ponen a muchos con la piel eriza de lo aterradoras que suelen ser. Sin embargo, hay una que, al escuchar, muchos salen corriendo del lugar al saber que la Casa Negra, fue un lugar que albergó infectados con tifoidea en los años treinta.
Fue en la época del gobierno de Lázaro Cárdenas, en México, miles de personas enfermaron de fiebre tifoidea, tantas que todo se salió de control.
La Casa Negra sirvió como clínica improvisada, la cual albergó a muchos enfermos de tifoidea. Y por si no fuera poco, la crisis y miedo, ganó en algunas personas, pues detallaban que se trataba de una enfermedad del diablo.
Su falta de insensibilidad, el hospital fue incendiado con médicos y enfermos dentro. Al día siguiente se encontraron los cuerpos de decenas de personas dentro y fuera del edificio, hubo quienes murieron quemados y otros asfixiados por la inhalación del humo.
Esta edificación mantiene un estilo porfiriano, la cual se encuentra abandonada, deteriorada y según los mitos es inhabitable, pues está llena de fantasmas.
La fachada de la Casa Negra asemeja un toque parisino, como muchas otras propiedades que persisten en la Colonia Roma.
Meses después, especialistas observcaron que la Casa Negra no sufrió daños estructurales y fue vendida a una familia de apellido Mondragón, conformada los padres y tres hijos. Pero una semana después de habitar la casa todos los Mondragón fueron encontrados muertos sin motivo aparente.
Aseguran que los espíritus de las personas quemadas siguen habitando la casa y a ellos se les achaca la muerte de la familia Mondragón. Asimismo siguió alimentándose y ahora aseguran que los fantasmas de los niños Mondragón también habitan la propiedad.
HCM
