Moroleón fue testigo privilegiado de la presencia del hoy Papa León XIV, quien durante su periodo como prior general de los Agustinos visitó cuatro veces este municipio del sur de Guanajuato, dejando una huella imborrable entre los fieles y religiosos locales.
El párroco de la iglesia de San Juan Bautista y del Santuario del Señor de Esquipulas, el padre Maganda, recordó con emoción las visitas del ahora pontífice, quien entonces lideraba a la orden agustina a nivel mundial. Durante doce años de servicio como superior general en dos periodos consecutivos, el religioso acudió a los capítulos provinciales que reunían a toda la comunidad agustina de la región.
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“Él nos visitó cuatro veces, siempre con mucho respeto, diálogo y apertura. Una persona profundamente humana, sencilla y fraterna, a pesar del alto cargo que ostentaba”, relata el sacerdote.
Las visitas ocurrieron en momentos clave para la comunidad religiosa. El hoy Papa León XIV participó en reuniones de capítulos provinciales, misas conmemorativas por religiosos fallecidos y encuentros espirituales. Todos estos eventos se realizaban principalmente en la Casa Hipona, un centro de retiro y reuniones ubicado en Moroleón, que es un lugar emblemático para los agustinos.
Además, el entonces prior general aprovechaba su estancia para visitar templos históricos como el Santuario del Señor de Esquipulas, y otros conventos emblemáticos en Yuriria y Cuitzeo. “Compartía los alimentos con nosotros, se sentaba a la mesa sin distinción, y platicaba como un hermano más”, dijo el padre Maganda.
Durante sus visitas a Moroleón, también recorrió algunas colonias aledañas a la parroquia, conversó con fieles de comunidades cercanas al santuario y mostró especial interés en la labor pastoral que se realiza en barrios como La Venta, El Ranchito y la zona centro. Visitó además el templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, una joya arquitectónica y espiritual del municipio, que iró por su historia, diseño y la devoción de sus feligreses.
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El padre Maganda también compartió una experiencia personal que marcó su visión del ahora Santo Padre: “Una vez tuve que viajar a Roma, a nuestra casa general cerca del Vaticano, y él me recibió con mucha calidez. Nos escuchó por más de una hora. Nunca dejó de ser cercano, caritativo, sabio. Así era con todos”.
El actual Papa León XIV, nombrado por el Papa Francisco como obispo en Perú tras concluir su servicio como prior general, es recordado por la comunidad religiosa de Moroleón no solo como un líder, sino como un hermano.
“Nos sentimos profundamente orgullosos y bendecidos de haberlo tenido aquí. Saber que hoy es el Papa y que conoció nuestras casas, nuestras calles y nuestra fe, nos llena de alegría”, concluyó el padre Maganda.
