Entre pesas, aparatos cardiovasculares, y una trotapista, están las plantas de la sábila, lo que la ruda, el epazote y lavanda que impregnan su olor.
Se trata de “Rouss”, un gimnasio e invernadero ubicado en el municipio de San Mateo Atenco, Estado de México, cuyo propósito es cuidar la salud de sus s por medio del deporte y la naturaleza.
Gimnasio con alma verde: deporte y naturaleza
Este centro de entrenamiento está ubicado en el Barrio De San Francisco y es operado por su fundador, Juan Heras Frías, quien desde hace más de 15 años cuenta con este espacio que mezcla sus dos pasiones: el deporte y las plantas que tanto le gustan a su esposa.
“Es un deporte donde todos nuestros vecinos han destacado en hacer ejercicio y ponerse a la altura, con un cuerpo fuerte, sano. El deporte, como bien a todos nos hace bien”.
Este gimnasio por fuera se ve con las características de un invernadero tradicional, como la mampostería y el clásico diseño; pero al interior cuenta con múltiples aparatos para realizar ejercicios de distintos grupos musculares y otros de carácter cardiovascular.
Al interior se recorre una hoja para entrar y se recibe a los s con una trotapista, cuyos alrededores tienen la siembra de diferentes especies de plantas.

Un gimnasio que huele a naturaleza
Ese gimnasio poco convencional tampoco huele como uno tradicional, ya que al entrar se expide el olor de todas estas plantas.
“Especies de plantas que te ayudan, por ejemplo la hierbabuena, lo que es la sábila, lo que la ruda, el epazote, lavanda, otras plantitas que al moverlas luego luego se siente que respiras ese olor a campo.
Tú entras, y luego luego se percibe lo que es la naturaleza… aquí hay muchísima limpieza, sobre todo lo que te ayuda, son las plantas para que percibas ese olor tan agradable y se motiven para hacer el ejercicio que ellos deciden hacer, ya sea en la bicicleta solar, pesas, hacer pierna, entre otras cosas”.
La experiencia da un vuelco para todo deportista, ya que al estar al interior de un invernadero, la temperatura puede alcanzar hasta los 40 grados centígrados, lo que incrementa la sudoración de los s y en consecuencia la eliminación de toxinas, explicó el dueño.

Si bien, la mayoría de aparatos se advierten en “modelos clásicos” y el desgaste es notorio por el uso y el tiempo, lo cierto es Juan Heras Frías considera que lo más importante es mantener en la mente del que se cuida su salud en un espacio único en uno de los barrios tradicionales de San Mateo Atenco.
La dirección de este característico centro de entrenamiento es Barrio De San Francisco, entre las calles 2 de abril y 13 de octubre.
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