La crisis que atraviesan las tenerías en Guanajuato, originada por la escasez de insumos como el sulfato de sodio, clave en el proceso de curtido, comienza a tener efectos en otras ramas del clúster moda del estado.
Aunque la industria del vestido no depende completamente de la piel, su ausencia ya está obligando a algunos fabricantes a considerar el uso de materiales sintéticos como alternativa, lo cual podría comprometer la calidad de sus productos.
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Así lo explicó Fernando de la Vega Araiza, director estatal de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), quien reconoció que, aunque la piel es solo un complemento en algunas prendas de vestir, su importancia es clave para mantener el estándar de calidad por el que se distinguen las empresas afiliadas a esta cámara.
"Muchas de nuestras chamarras de tejido de punto llevan el frente o las coderas de piel. Si esto no se soluciona rápido, no quedará de otra más que buscar materiales sintéticos que cubran esa necesidad", advirtió el directivo.
El panorama resulta aún más delicado cuando se considera que los fabricantes de ropa no importan directamente la piel, sino que dependen de distribuidores locales que, a su vez, abastecen sus insumos de tenerías en la región. Si estas cierran o frenan su producción, la cadena se rompe desde la raíz.
Fernando de la Vega señaló que el principal reto será mantener la percepción de calidad frente a un mercado cada vez más competitivo, especialmente ante la presión de productos chinos más baratos.
"La gente espera comprar una prenda con piel real. No es lo mismo un suéter con piel auténtica que con sintético; cambia el acabado, la presentación y, por supuesto, la calidad", afirmó.
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Además, apuntó que los diseñadores del sector se verán obligados a replantear sus conceptos, lo que no solo implica una adaptación técnica, sino también creativa, ya que muchas prendas dependen del cuero como elemento visual y estructural.
El directivo advirtió que esta problemática no solo afecta al sector vestido, sino a todo el clúster moda de Guanajuato, que integra a la industria del calzado, la curtición, la proveeduría de insumos y el vestido.
"La moda en Guanajuato se sostiene sobre una cadena articulada: curtiduría, calzado, insumos y vestido. Si una parte se tambalea, todas las demás se ven afectadas", subrayó De la Vega.
Aunque por ahora el impacto es parcial, la preocupación crece. En Canaive esperan que la situación de las tenerías se resuelva pronto, para evitar que la falta de piel obligue a una transformación forzada de sus procesos que comprometa la calidad, competitividad y reputación del sector vestido de Guanajuato.