El Teatro Universitario de la Universidad de Guanajuato, la escenificación de los “Entremeses cervantinos” y las representaciones de los Juglares de Guanajuato han sido oficialmente reconocidos como Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Guanajuato. Este importante nombramiento se realizó mediante el Decreto Gubernativo Número 23, firmado por la Gobernadora Constitucional, Maestra Libia Denisse García Muñoz Ledo.
Este reconocimiento representa un motivo de gran orgullo para la comunidad universitaria por el papel fundamental que ha desempeñado el Teatro Universitario en la creación del Festival Internacional Cervantino. Fue precisamente la representación de los Entremeses en la Plaza de San Roque lo que dio origen a este festival de renombre mundial.
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El Mtro. Hugo Jaime Gamba Briones, integrante del Teatro Universitario desde 1990 y su tercer director desde 2014, compartió su emoción ante este acontecimiento: "Este reconocimiento va más allá de un grupo de actores. Lo recibimos en nombre de tantas generaciones que han hecho posible estar en el espacio artístico. Hoy es un día de orgullo maravilloso e historia trascendental para nuestra universidad; es el sueño de don Enrique Ruelas y de don Eugenio Trueba hace 72 años".
La historia del Teatro Universitario se remonta a un grupo de estudiantes que, impulsados por su afición, pasión y amistad, se reunían en el Callejón del Venado para convivir y estudiar después de clases. Poco a poco, profesores y autoridades universitarias se sumaron a este proyecto.
En los inicios, destaca la figura de Armando Olivares Carrillo, quien, además de ser rector de la UG, era un apasionado del teatro. Olivares Carrillo personificaba a Cervantes y fue el autor del prólogo, los entreactos y el epílogo de la primera versión de los Entremeses.
Un papel decisivo lo tuvo el Lic. Enrique Ruelas Espinosa, primer director formal del Teatro Universitario, quien enriqueció al elenco con integrantes de su grupo Los barreteros. Bajo el rectorado de Antonio Torres Gómez, el 8 de agosto de 1952, se presentó la obra "Arsénico y encaje". Meses después, en 1953, la Plaza de San Roque se transformó en escenario para los “Entremeses Cervantinos”, una representación que atrajo a multitudes y que, con el tiempo, se convertiría en la semilla del Festival Internacional Cervantino (FIC).
El apoyo del rector Eugenio Trueba Olivares, reconocido en 2014 como director emérito de la agrupación, fue igualmente vital para el fortalecimiento del Teatro Universitario. La consolidación del FIC también contó con el impulso de Luis Echeverría, quien, antes de ser Presidente de la República, iró la puesta en escena de "El retablillo jovial".
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En septiembre del año pasado, la UG y el FIC recibieron un reconocimiento del Consejo de Cultura de Toledo, España, y el Teatro de Rojas, por la influencia del Teatro Universitario en la difusión de la obra de Cervantes entre las nuevas generaciones. Ahora, el reconocimiento como Patrimonio Cultural Intangible subraya el profundo impacto que esta agrupación ha tenido en la vida cultural de Guanajuato.
A lo largo de su historia, el Teatro Universitario ha presentado un amplio repertorio, desde los clásicos griegos y el Siglo de Oro español hasta la comedia sa y obras contemporáneas. El compromiso de sus actores y actrices, que ensayan en su sede de la Plaza San Roque, ha convertido un pasatiempo en una forma de vida. Además de los “Entremeses Cervantinos”, obras como “Don Juan Tenorio”, “El enfermo imaginario”, “El susto” y “Dos hombres en la Mina” forman parte de su catálogo.
Con innumerables presentaciones a lo largo de su trayectoria, el Teatro Universitario ha dejado huella en diversos escenarios. El maestro Gamba recuerda con cariño una función en Zacatecas, junto a la Catedral, y la emoción del público al disfrutar de una obra del siglo XVII, así como la oportunidad de presentarse en Guatemala en 2008 y en Estados Unidos.
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Cientos de actores y actrices han pasado por las tablas del Teatro Universitario, una escuela de la que, como se dice, nunca se gradúan. Se recuerda con afecto a Francisco Caballero, quien dirigió a los Juglares de Guanajuato y falleció el año pasado, y a muchos otros que se unieron al grupo en su juventud y permanecieron en él durante años.
“Si hay algo que sea un ejemplo de identidad universitaria, es el Teatro Universitario y el orgullo que sienten sus integrantes al decir las líneas de sus personajes, ya sea que continúen o no en escena”, afirmó el director. En la actualidad, alrededor de cincuenta personas, de entre cinco y setenta años, mantienen vivo este legado, compaginándolo con sus actividades profesionales y familiares.
La labor del Teatro Universitario, desde sus inicios, se realiza de manera voluntaria. Hoy en día, jóvenes se integran al grupo tras participar en los talleres artísticos que ofrece la UG. El director ha expresado que las puertas están abiertas a artistas profesionales que deseen contribuir con su conocimiento y experiencia.
Entre los proyectos futuros, se encuentra la representación de los “Entremeses Cervantinos” en España, la incorporación de nuevos entremeses al repertorio, el objetivo de seguir conectando con el público joven a través de la comedia y la exploración de obras mexicanas que resuenen con el elenco y la tradición universitaria.
“Se tienen que voltear los ojos al interior de la universidad y ver todo lo que se hace maravilloso. Esto representa una gran oportunidad para el fortalecimiento del Teatro Universitario y las instituciones artísticas de la UG. Tiene que crecer toda la actividad artística, eso es fundamental ahora”, concluyó el maestro Gamba.
