Representantes de los aspirantes a la presidencia, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, participaron esta noche en la primera mesa de debate rumbo al proceso electoral de este año.
En M22H encabezado por Víctor Hugo Michel donde dialogaron sobre la “marcha Por nuestra democracia” celebrada la mañana de este domingo participaron Arturo Ávila, de Morena; Ángel Ávila, de PRI, PAN Y PRD y Carlos Castillo de Movimiento Ciudadano.
Respecto a las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador respecto a que entregará la banda presidencial a alguien que piensa como él, Arturo Ávila resaltó la aceptación del presidente Andrés Manuel López Obrador en las encuestas y señaló que Claudia Sheinbaum “despegó” después de la intercampaña y que Xóchitl Gálvez que “va en caída libre”.
En respuesta, Ángel Ávila señaló que lo que está claro es que Xóchitl ganó la precampaña y que existe una campaña negra cuando se señala que la elección está prácticamente definida. Señaló que “el round lo ganamos nosotros” con la concentración en el zócalo.
En tanto, Carlos Castillo señaló que es irresponsable expresarse de ese modo en un proceso que apenas está por comenzar.
Sobre la marcha realizada este domingo y el registro de Claudia Sheinbaum, Ángel Ávila señaló que se ha construido un andamiaje para que el gobierno no intervenga en las elecciones y atacar a los participantes en la marcha es sumamente grave y que la marcha busca una democracia libre y justa sin la participación del presidente.
Arturo Ávila señaló que el presidente inspiró a la oposición y que hay que reconocer “que la oposición sepa lo que e s salir a las calles a marchar”. Recordó que el presidente ha concentrado a 500 mil y este domingo solamente se registraron 90 mil asistentes y que “de ciudadana no tuvo nada”.
Carlos Castillo dijo que las dos visiones dejan fuera a los muchos México “que quedan fuera de las estrategias polarizantes” e insistió en que es irresponsable limitar la pluralidad de México en dos posturas al parecer irreconciliables”.
Celebró que independientemente de su filiación y preferencia la gente haya tomado las calles, pero “si la campaña va a ser una guerra de cifras” se vuelve a la vieja política.