El llamado Ojo del huracán suele ser en pocas palabras el indicador de importancia que mide la intensidad de un fenómeno meteorológico, cuya peculiaridad es que sus vientos giran en contra de las manecillas del reloj o en forma ciclónica.
De acuerdo con el Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico (AOML), el Ojo es simplemente el anillo que bordea la tormenta que se presenta en el momento, pero una de sus características es que registra vientos de superficie más altos al del ciclón tropical.
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¿Por qué el Ojo del huracán es la parte más peligrosa de la tormenta?
Lo que ocurre es que en algunas ocasiones, durante el Ojo pueden desarrollarse más inundaciones y marejadas que suelen ser más peligrosas que el propio huracán.
El huracán es uno de los fenómenos meteorológicos más severos. Por ello, algunas veces se forman estas espirales antes de que el ciclón toque tierra.

Las partes principales de un huracán son las bandas nubosas en forma de espiral alrededor de su centro. El ojo suele considerarse como un sector de calma, poca nubosidad y de aproximadamente 30 a 65 km de diámetro.
La pared del ojo está compuesta de nubes densas; en esta región se localizan los vientos más intensos del fenómeno. Las bandas en forma de espiral con fuerte actividad lluviosa convergen hacia su centro de manera ciclónica.
¿Qué es y cómo se forma el ojo del huracán?
Se trata de un anillo de convección profunda que bordea el ojo de la tormenta. Esta zona tiene los vientos de superficie más altos del ciclón tropical. Debido a que el aire en el ojo se hunde lentamente, crea una corriente ascendente en el globo ocular.
En pocas palabras, son sistemas de baja presión con actividad lluviosa y eléctrica cuyos vientos en el hemisferio norte rotan antihorariamente, es decir, en contra de las manecillas del reloj o en forma ciclónica.

En distintas tormentas fuertes, pueden llegar a registrarse círculos concéntricos del globo ocular (o un "ciclo de reemplazo del globo ocular").
El reemplazo del globo ocular se hace presente cuando una tormenta alcanza su umbral de intensidad y el ojo se contrae a un tamaño más pequeño (5-15 millas).
Las fuertes bandas de lluvia en la tormenta exterior se desplazan hacia el interior del ojo, robándole al paramento interior su humedad e impulso y debilitando la tormenta.
Las bandas espirales son bandas largas y estrechas de lluvia y tormentas eléctricas que se orientan en la misma dirección que el movimiento del viento. Son causadas por convección (el movimiento vertical de las masas de aire) y giran en espiral hacia el centro del ciclón tropical. Por el contrario, el foso de una tormenta suele referirse a la región entre el foso y una banda espiral exterior donde la lluvia es relativamente más ligera. No todos los huracanes tienen fosos.
Se prevé que la temporada de huracanes iniciará el 15 de mayo en el Océano Pacífico.