Rigoletto no es un personaje ajeno para Alfredo Daza pues fue la primera ópera que vio en vivo; además, confiesa en entrevista: “Es uno de los papeles que cada vez que lo revisito descubro cosas nuevas, aunque la presión en el escenario sea la misma”. Con tres funciones en mayo, el barítono mexicano representará en el Palacio de Bellas Artes el rol de esta ópera de Giuseppe Verdi.
En el concepto escénico dirigido por Enrique Singer, la ópera Rigoletto estará situada en el México de los años 60, contexto que no altera al personaje: “Tal vez eso se vea reflejado en los vestuarios y aspectos del diseño de escenografía, pero en realidad creo que es una puesta tradicional que puede suceder en cualquier país”.
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Para el cantante, Rigoletto “es el papel que considero, dentro del repertorio verdiano, el más complicado en todos los aspectos porque tiene una gran variedad de colores; sin embargo, todo el barítono verdiano es complicado por el registro”.
Historia vigente
En cuanto a la historia, comenta que este personaje es un actor de la sociedad, un bufón, también alguien que siente un amor puro por su hija y por la persona que le otorgó a esa hija.
“Es una mujer de la que no tenemos razón, solo que lo amó a pesar de su deformidad y su pobreza. Es un personaje que tiene una gran variedad de colores porque es un hombre que ama puramente, que ha sido amado pero es despreciado, es odiado por la sociedad porque lo encuentra un tanto repulsivo y él se ha envenenado por esa razón y porque la sociedad misma está deforme y enferma. Verdi era un genio y eso lo refleja en cada uno de los momentos del personaje”.
Sobre la reflexión que le provoca la obra, el barítono declara lo sorpresiva que siempre le resulta la reacción del público con el Duque de Mantua, un personaje “odioso, poderoso y valemadrista” que va por esta historia conquistando mujeres y haciendo daño.
“Me fascina, hasta cierto punto, cómo encuentran al Duque de Mantua como un personaje encantador, que es la magia de Verdi, que siendo el villano mayor de la ópera, con arias como “La donna è mobile” es recibido con gran entusiasmo, cuando en realidad están cayendo en el encanto de ese Duque malvado”.
Rigoletto, basada en la obra teatral El rey se divierte, de Victor Hugo, es una ópera con crítica social, al poder y a la injusticia, temáticas que no pierden vigencia.

Es por ello que Daza considera que “el arte refleja, en su mayoría, a la sociedad. Los artistas no somos más que unos analistas y herramientas de un creador que quiso reflejar la naturaleza humana, y dentro de esa naturaleza existen ciertas fallas, ciertos vicios, ciertas inquietudes, esperanzas, amores, desesperanza, quebrantos, llantos, que son los mismos desde que somos sociedad”.
Y concluye: “Por eso las grandes obras de Shakespeare o de Victor Hugo reflejan esa naturaleza humana y eso lo mantiene vivo el arte, nos retrata. Esa es la tarea del artista y aunque la sociedad va cambiando, algunas cosas y abusos se siguen repitiendo dentro de ese mismo cambio”.
Las tres funciones en las que Daza participará son el 8, 11 y 15 de mayo, y compartirá el escenario con las sopranos Leticia de Altamirano y Génesis Moreno en el rol de Gilda, además de los tenores Arturo Chacón-Cruz y Leonardo Sánchez en el rol del Duque de Mantua; así como con el bajo José Antonio García, como Sparafucile, y la mezzosoprano Guadalupe Paz, como Magdalena, todos ellos acompañados por la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes bajo la dirección de Benjamín Pionnier y de Rodrigo Elorduy, respectivamente.
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BSMM