El espíritu dominante de nuestra época es la ligereza, opina Lipovetsky, el sociólogo francés que ha diagnosticado a la sociedad moderna con rasgos inequívocos como el hiperindividualismo, el vacío, la moda y el imperio de lo efímero; la pérdida de conciencia histórica, el ambientalismo como disfraz, la autenticidad —en su libro más reciente— y el abandono de la pesadez como una abolición de la tragedia. Éstas son algunas de las particularidades de la sociedad en nuestros días.
La búsqueda de lo ligero es el objetivo actual y eso se puede ver en todos los aspectos de la existencia, la vida cotidiana, el arte, la ciencia y la tecnología.
Si la Torre Eiffel está hecha con 7 mil toneladas de acero, hoy se podría construir con solo 2 mil, dice el filósofo en su libro De la ligereza. Quizá incluso menos porque cada día se desarrollan aceros más ligeros y flexibles que los convencionales. La revista Nature reportó en fechas recientes una nueva aleación de acero con aluminio en que éste no degrada las propiedades del acero, pero sí le otorga ligereza inusual al material que promete incursionar en la industria automotriz y otras muchas.
Las comunicaciones con fibra óptica alcanzan hoy hasta 40 kilómetros sin deterioro de la señal que se transmite mientras que los antiguos cables de cobre no llegaban al kilómetro. Además de la velocidad, 25 kilos de fibra hacen hoy lo que se lograba antes con una tonelada de cobre. De manera que no solo el peso, también la velocidad y alcance en las comunicaciones denotan ligereza.
El aerogel es icono de lo que no pesa. Está compuesto en 99.8 por ciento de aire, propiedad que lo convierte en un material con atributos extraordinarios: óptimo rendimiento térmico y acústico con aplicaciones de aislante extraordinario, hidrofóbico con la tasa más alta, resistente y ligero.
La microláctica metálica es sintética. Es una retícula hecha de tubos de fósforo y níquel con un 99.99 por ciento de aire por volumen. Sus propiedades térmicas y de vibración le dan un uso potencial en ingeniería automotriz, aeronáutica y otros. Es un material que regresa a su forma original después de ser comprimido y es una promesa de mayor ligereza al suplantar a las opciones más pesadas.
Ahora se desarrolla un aerogel de grafeno con densidades veinte veces menos denso. El grafeno es un arreglo de átomos de carbono que le da al material propiedades de resistencia a pesar de la ligereza más alta jamás lograda.
Miles de patentes de nuevos materiales con base en nanoestructuras están llegando al mercado y la ligereza parece no tener límites.
La desmaterialización de las cosas resulta fundamental para la nueva sociedad. Se producen bienes con menos materia y energía y una de las tendencias que sostiene este ideal, es la miniaturización y producción de cosas cada vez más insustanciales.
El dinero de papel y metal no es necesario en transacciones bancarias, compras y pagos. Los servicios financieros ocurren sin uso de monedas ni transporte. Las fotografías y películas de papel desaparecieron en el mundo de la virtualidad. Nuevas maneras de control y dominación en que las armas son sustituidas por algoritmos son ya objeto de acusaciones por intervenir en elecciones y por estar detrás de levantamientos sociales. Desaparecen periódicos, revistas y libros: todo se virtualiza.
Vivir mejor es vivir ligero y la ligereza prospera en el arte que se convierte en moda y renuncia a ser subversiva. Warhol descalificó al tradicional artista bohemio y deprimido, propenso al suicidio, para ser ahora, el que busca riqueza y fama. El artista actual glorifica su imagen, es mediático y sus ambiciones son la portada de alguna revista pop. El objetivo no es ya la pesadez de la inmortalidad y la trascendencia de lo profundo sino el éxito en los medios.
También el cuerpo ansía ligereza y los nutriólogos reciben a quienes buscan bajar de peso. Hoy por hoy la sensación en fármacos es la molécula semaglutida que se usa en el tratamiento de la diabetes. Es un péptido similar a Glucagon tipo 1 o GLP-1. La hormona GLP 1 es natural y se produce en nuestro cuerpo cuando comemos. Ayuda a controlar el azúcar en la sangre. Para eso, aumenta la producción de insulina que hace que el azúcar pase de la sangre a las células donde se produce energía. Los fármacos que imitan su acción, como la semaglutida, han mostrado ser eficaces no solo en la pérdida de peso, sino también en el tratamiento de adicciones y, presumiblemente hasta en el tratamiento de Alzheimer. La semaglutida se vende comercialmente como Ozempic. La farmacéutica que lo produce reporta ganancias de más de diez mil millones de euros en el año 2023, con incrementos sorprendentes por la comercialización de Ozempic. Este es el ritmo de la modernidad.
La ligereza va de los nuevos materiales de baja densidad a la virtualidad que las tecnologías de la información ofrecen, del culto a la esbeltez pasando por el arte superfluo y la miniaturización; esa vorágine de ligereza parece no tener límite ni peso.
AQ
