Internacional

No existen reivindicaciones territoriales contra Azerbaiyán en la Constitución de Armenia

Para evitar conflictos sobre la soberanía y el reclamo de conflictos territoriales, Armenia sugiere firmar la paz y la disolución del Grupo de Minsk. Aquí los puntos claves del discurso.

Hemos leído con interés la entrevista del representante presidencial de Azerbaiyán, Elchin Amirbayov, donde entre diversos temas, se aborda el tema de firma del Acuerdo de Paz entre Armenia y Azerbaiyán.

En este contexto, presentamos los puntos clave que forman parte del extracto del discurso del primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, pronunciado en la Asamblea Nacional de la República de Armenia:

Se ha acordado el borrador del Acuerdo sobre el Establecimiento de la Paz y las Relaciones Interestatales entre Armenia y Azerbaiyán, y las negociaciones sobre dicho acuerdo han concluido. Esto significa que hemos entrado en la fase de negociaciones para la firma del acuerdo y he declarado mi disposición a firmarlo en nombre del pueblo armenio.

Azerbaiyán vincula oficialmente la firma del Acuerdo con Armenia con dos cuestiones. La primera es la disolución de las estructuras del Grupo de Minsk de la OSCE. Esta es una agenda comprensible para la República de Armenia. Si cerramos la página del conflicto de Nagorno-Karabaj, como lo hacemos, ¿qué sentido tiene tener una estructura que se ocupe de ese conflicto?

Pero el Grupo de Minsk de la OSCE, al menos de facto, tiene un contexto más amplio, por lo que queremos estar seguros de que Azerbaiyán no vea la disolución del Grupo de Minsk como un paso hacia el cierre del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán en el territorio de Azerbaiyán y su transferencia al territorio soberano de la República de Armenia.

Para disipar esta preocupación, proponemos a Azerbaiyán firmar simultáneamente el Acuerdo de Paz y la solicitud conjunta a la OSCE sobre la disolución de las estructuras del Grupo de Minsk. Esta, por cierto, es una propuesta oficial.

La siguiente cuestión que Azerbaiyán plantea en el contexto de la firma del Acuerdo de Paz es su afirmación de que la Constitución de la República de Armenia contiene reivindicaciones territoriales contra Azerbaiyán

Creo que, para posicionarnos correctamente sobre este tema, primero deberíamos partir de la base de que Azerbaiyán plantea esta cuestión como una preocupación sincera y no como una excusa para no firmar el Acuerdo de Paz, como opinan algunos expertos.

Debemos comprender honestamente la esencia del asunto, su contenido político y jurídico. Por lo tanto, debemos afirmar que solo el Tribunal Constitucional de la República de Armenia puede dar una interpretación oficial del texto de la Constitución de la República de Armenia, lo que significa que el Tribunal Constitucional es el órgano que puede determinar oficialmente qué contiene y qué no contiene la Constitución de la República de Armenia.

En septiembre de 2024, nuestro Tribunal Constitucional examinó el Reglamento sobre las actividades conjuntas de la Comisión para la Demarcación de la Frontera Estatal y la Seguridad Fronteriza entre la República de Armenia y la República de Azerbaiyán y la Comisión Estatal para la Demarcación de la Frontera Estatal entre la República de Azerbaiyán y la República de Armenia y, determinó que dicho reglamento, en el que se establece la Declaración de Alma-Ata como principio básico para la demarcación de la frontera entre ambos países, se ajusta a la Constitución de la República de Armenia.

Esto significa que nuestro Tribunal Constitucional ha determinado que el principio de la Declaración de Alma-Ata, según el cual el territorio de la Armenia independiente es idéntico al territorio de la Armenia soviética y el territorio de Azerbaiyán independiente es idéntico al territorio del Azerbaiyán soviético; y sobre cuya base las partes acordaron normalizar las relaciones en Praga el 6 de octubre de 2022, se ajusta plenamente a la Constitución de la República de Armenia. 

Por consiguiente, el órgano autorizado para interpretar la Constitución de Armenia ha determinado mediante una decisión irrevocable que no existen reivindicaciones territoriales contra Azerbaiyán ni ningún otro país en la Constitución de la República de Armenia. Reitero, esta decisión tiene la máxima fuerza legal y es irrevocable.

Por otro lado, como he tenido ocasión de señalar, nosotros de nuestro lado, vemos reivindicaciones territoriales contra la República de Armenia en la Constitución de la República de Azerbaiyán. 

Sin embargo, no planteamos esta cuestión, ya que el proyecto de acuerdo sobre la paz y las relaciones interestatales entre Armenia y Azerbaiyán contiene las formulaciones necesarias para resolver la cuestión, al constatar que las partes no tienen reivindicaciones territoriales entre sí y se comprometen a no presentarlas en el futuro; en el entendimiento de que ambos países reconocen su integridad territorial, en consonancia con el territorio de las Repúblicas Soviéticas, como se establece en la Declaración de Alma-Ata.

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan. (Foto: Especial)
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan. (Foto: Especial)

Por lo tanto, si asumimos que la postura de Azerbaiyán respecto a nuestra Constitución no es una excusa para otra cosa, sino una preocupación sincera, la manera más eficaz de disipar esa preocupación no es no firmar el acuerdo, sino firmarlo. 

¿Por qué? Porque, según nuestra legislación, el gobierno está obligado a remitir el texto del Acuerdo de Paz al Tribunal Constitucional de la República de Armenia para verificar su conformidad con nuestra Constitución.

Aunque los expertos no consideran que tal posibilidad sea alta después de la decisión del Tribunal Constitucional de 2024, pero si el Tribunal Constitucional decide que el texto del Acuerdo de Paz entre Armenia y Azerbaiyán no se ajusta a la Constitución de la República de Armenia, entonces la República de Armenia tendrá una situación específica y la necesidad de elegir entre la paz y el conflicto.

Pero si el Tribunal Constitucional de Armenia decide que el texto del Acuerdo de Paz entre Armenia y Azerbaiyán se ajusta a la Constitución de la República de Armenia, no habrá obstáculo para su ratificación en la Asamblea Nacional y tras la ratificación en el Parlamento, entrará en vigor el artículo 5, párrafo 3, de la Constitución de la República de Armenia, que establece: 

“En caso de conflicto entre las normas de los tratados internacionales ratificados por la República de Armenia y las de las leyes, se aplicarán las normas de los tratados internacionales”.

Esto significa que el Acuerdo de Paz adquirirá la máxima fuerza legal tanto en Armenia como en Azerbaiyán tras su ratificación.

Para evitar malentendidos, quisiera recalcar una vez más: independientemente de la interpretación, la manera de abordar las cuestiones planteadas por Azerbaiyán no es no firmar el Acuerdo de Paz, sino firmarlo. Y dado que también tenemos cuestiones similares, lo mismo se aplica a la República de Armenia.

Hayk Hakobyan, encargado de Negocios de la República de Armenia en México


ksh

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.