Así como las tensiones geopolíticas, como las guerras, el imponer muchos impuestos al comercio, los aranceles de Estados Unidos del presidente Donald Trump, puede modificar las rutas comerciales, de acuerdo con Young Tae Kim, secretario general del International Transport Forum (ITF).
Al cierre del congreso en Leipzig, Alemania, que reúne a los principales ministros de transporte de las naciones que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), expuso que 75 por ciento de las mercancías se transportan por vía marítima, pero si hay una disrupción se ponen en riesgo y por ello se buscará la opción de moverlas por otras vías.
“Si se aplican muchos impuestos y los precios cambian repentinamente, habrá una gran diferencia en la demanda y la oferta (...) si existe alguna amenaza, entonces se tiene que construir una gran circunvalación o desarrollar corredores terrestres para reemplazar esa ruta marítima”, destacó.
Considera que las naciones deben tener una visión holística sobre cómo se reestructurará y remodelará el nuevo mapa del comercio global, considerando todos los aspectos; esto incluye ataques como los que sucedieron en el mar Rojo.
Por otro lado, sobre el interés de algunos productores de autos en Europa por frenar la importación de vehículos de China, él dijo que es muy difícil encontrar una solución, pero debe existir una mayor colaboración dentro de los sectores para sumar lo mejor en favor de la movilidad.
Deben crearse microemprendedores con mototaxis
Ante la creciente necesidad de transporte en zonas complicadas, como sucede en la Ciudad de México, es importante promover una modalidad de microtaxis que funcionen como microemprendimientos, expuso Benjamín de la Peña, CEO del Centro de Movilidad de Uso Compartido.
Durante la presentación sobre los “tum tum” como se les conoce en India, pero que en México son los bicitaxis y mototaxis—, señaló que se deben ofrecer incentivos que permitan desarrollarlos como empresarios, y no solo establecer reglas para “formalizarlos”.
“Creo que el problema es que intentamos regularlos solo como vehículos y por el lugar donde operan. Una de las cosas que nos gusta señalar es que estas son pequeñas y microempresas, y los tipos de incentivos que necesitan son los que mejoran sus ingresos y condiciones laborales. Si comparamos ese tipo de regulación, se trata de decir: ‘si te comportas de esta manera, entonces obtienes este tipo de incentivo’”, destacó.
Reflexionó que, en general, en todo el mundo se tiene un historial terrible de intentos por gestionar y regular el transporte.
“Es muy, muy intensivo, por eso nos gusta el control institucional. Pero el mundo tiene una muy buena experiencia incentivando a las pequeñas, medianas y microindustrias para que brinden bienes públicos”, agregó.
Considera que las autoridades deben entender estas iniciativas como empresas, y comprender su capacidad de generar ingresos, así como los desafíos que enfrentan. “Luego, eso invita a un mejor comportamiento”.
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