Luis Alberto Pérez Zamorano, el autoproclamado “gurú financiero” de Inverforx, mueve hilos legales en distintos estados del país para esquivar las órdenes de aprehensión que pesan sobre él por cientos de denuncias de fraude.
Mientras tanto, desde el extranjero, promete –una vez más– dar la cara.
En un video de apenas minuto y medio, difundido el 23 de abril a través de redes sociales, Pérez Zamorano aseguró que se reuniría “esta semana” con sus inversionistas en una videollamada de Zoom, para explicar su versión de los hechos.
Sin embargo, también reconoció que no sabe si ya hay órdenes de aprehensión liberadas en su contra, aunque abogados que representan a cientos de víctimas confirman que sí.

La última pista sobre su paradero la reveló el diario El Español, en su reportaje “Luis Alberto Pérez, investigado por estafar 250 millones a 10 mil clientes en México: ahora tiene un nuevo imperio empresarial en España”.
“Allí –en Barcelona– ha establecido una nueva red de negocios y lleva un tren de vida al alcance de muy pocos, en absoluta libertad y lejos del acoso de quienes en su país de origen reclaman su dinero de vuelta”, señala el reportaje.
Pérez Zamorano fundó Inverforx en 2019 bajo la razón social Strategic Capital Agency S.A.P.I. de C.V., con la cual prometía multiplicar fortunas mediante inversiones en litio, oro, algodón y petróleo.
Lo que parecía una mina de oro, se convirtió en un abismo: una de las estafas financieras más grandes del siglo en México.
Durante tres años, Inverforx operó sin regulación.
Pero en noviembre de 2022, el castillo de naipes cayó, los pagos se detuvieron y la bonanza se convirtió en ruina.
El primer pretexto fue que el SAT había bloqueado sus cuentas. Era falso; y aun así, las inversiones ilegales continuaron hasta 2023.
La conexión moreliana
En marzo de 2025, la revista digital Dominga reveló que funcionarios de Michoacán también fueron víctimas del fraude.
Muchos de los operadores de Inverforx en ese estado eran cercanos al ex gobernador Silvano Aureoles, hoy prófugo. No fue coincidencia.
La conexión entre Pérez Zamorano y Ariadna Rosas Burgos –entonces secretaria particular de Finanzas– le abrió la puerta de la istración pública michoacana. Desde ahí, se tejió una red de complicidades.
Sonia Fuerte, subsecretaria de Finanzas, y la propia Rosas no sólo manejaban dinero del estado, sino que también instalaron una sucursal de Inverforx en Morelia.
Carlos Maldonado, ex secretario de Finanzas en el gobierno de Aureoles y jefe de ambas, fue detenido en Miami el 1 de marzo. Aunque las acusaciones en su contra están ligadas al desvío de recursos públicos y no directamente a Inverforx, para las víctimas la relación es clara.
El gobernador actual, Alfredo Ramírez Bedolla, confirmó que la Fiscalía General del Estado investiga el caso.
“Es un fraude como el Fabianazo en Morelia, pero entre funcionarios. Un español les ofrecía recuperar el 100 por ciento de su inversión en sólo tres meses”, declaró en conferencia de prensa.
Sí hay amparos
Los primeros avisos públicos de la presunta estafa masiva vieron la luz en noviembre de 2023 cuando un profesor de la Coordinadora magisterial (CNTE) denunció en Morelia, por medio de una rueda de medios locales, la connivencia entre ex funcionarios de la istración Aureoles y Grupo Inverforx.
La noticia fue retomada por la prensa de diversos estados y las denuncias de las estafas a miles de clientes inversionistas se dispararon en la capital michoacana, en la Ciudad de México, en Estado de México, Nuevo León y Coahuila.
Pérez Zamorano se hizo ilocalizable y acaso se pone en o por videollamadas, presumiblemente para ganar tiempo y tener oportunidad de solicitar múltiples amparos.
Uno de ellos, el 105/2025, lo tramitó ante el Juzgado Segundo de Distrito en Coahuila, uno de los estados más golpeados por la estafa.
En julio de 2024, ‘El Sol de la Laguna’ reportó que las oficinas de Inverforx en Torreón, en la Plaza Amberes, permanecen cerradas. Acumulan 37 denuncias ante la Fiscalía de Coahuila. Sin embargo, no hay protestas ni manifestaciones.
Inverforx, convertido en la estafa piramidal
En silencio, los inversionistas siguen aferrados a sus redes sociales. Esperan saber si, en efecto, esta vez el "gurú financiero" cumplirá su promesa de volver a México. Y si regresará –de verdad– los millones que les hizo perder.
Por número de clientes, volumen de denuncias, monto de capital invertido y los exorbitantes rendimientos ofrecidos, Inverforx se ha convertido en la estafa piramidal más grande del siglo en México, un esquema donde las ganancias de los primeros clientes provenían de los recursos aportados por nuevos inversionistas.
Inventaron un sistema de cuatro categorías para clasificar a sus clientes –de bronce a platino– según el monto de su inversión. A mayor categoría, mayores beneficios.
El primer paso para engancharlos era aplicar un cuestionario de cuánto ganaban, a qué se dedicaban. Al principio, con montos pequeños, sí les regresaban capital e intereses.
“Buscaban ganar su confianza hasta que los clientes decidían poner toda la carne en el asador: cientos de miles o millones de pesos. Ahí era cuando ya no les regresaban nada”, explica uno de los representantes legales de las víctimas.
Modus operandi de Inverforx
Los asesores prometían rendimientos de hasta 81 por ciento a nueve meses, cuando la banca tradicional ofrece alrededor de 10.5 por ciento anual. Tentador, ¿no? Las víctimas invirtieron desde 20 mil hasta 60 millones de pesos.
Inverforx operaba en total ilegalidad, sin regulación de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Luis Alberto Pérez Zamorano convenció a muchos mexicanos de confiar sus ahorros en un “milagroso sistema” de inversiones en las bolsas de Londres y Nueva York, hasta reunir más de 10 mil clientes. Hoy, la mayoría lucha por recuperar el patrimonio de toda su vida.
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KL