Manifestaciones, boletines de búsqueda, decisiones burocráticas, exigencias, nada parece frenar la desaparición de personas que día a día parece ir en aumento y coloca a Puebla como la décima quinta entidad en todo el país con más casos.
Durante las últimas semanas, el tema de la localización de personas ha tomado revuelo por diferentes circunstancias, tales como la designación de Enrique Rivera Reyes al frente de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas.
Dicha decisión parece más un pago de cuotas a favor del ex priista que en el pasado proceso electoral dejó las filas tricolor para unirse a la cuarta transformación, más si el rechazo viene directamente de los colectivos especializados en la materia y que estaban a favor del anterior comisionado.
Solo el tiempo dirá si la decisión fue acertada o solamente un movimiento político para saldar compromisos hechos en campaña.
En este sentido, vale la pena recordar que en días pasados se dio a conocer el convenio de la Federación por la cual otorgó 22 millones cuatro mil 727 pesos al gobierno estatal para la operación de dicho organismo.
Sin embargo, el tema va más allá de un nombramiento o un presupuesto. De acuerdo con cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, Puebla cuenta con tres mil 298 ciudadanos en dicho estado.
Esa cantidad coloca a la entidad en el lugar 15 a nivel nacional, siendo un listado liderado por Jalisco que tiene 15 mil 237 personas desaparecidas, seguido del Estado de México con 13 mil 963 y Tamaulipas con 13 mil 463.
Dicha situación exhibe un choque entre intereses y desinterés, ya que recientemente en Palmar de Bravo se encontró una fosa clandestina gracias a los esfuerzos de madres buscadoras.
Ellas a pesar de no tener los recursos con los que cuentan las autoridades, lograron dar un paso adelante en el tema, demostrando que querer es poder y que sus ganas de encontrar a sus seres queridos van más allá de un trámite.
Ya lo dice una canción “Te voy a encontrar”.