La temporada de reportes corporativos de las empresas que cotizan en las bolsas de valores de Estados Unidos inició con una paradoja: los resultados del primer trimestre son mejores de lo esperado, pero los directores generales de las compañías ven el futuro con incertidumbre. Esta ambigüedad es relevante no solo por el ánimo de los mercados, sino también por lo que anticipa sobre el curso de la economía global.
Hasta el 5 de mayo, 364 de las 500 empresas del más influyente índice bursátil, el S&P 500, ya habían presentado resultados. En conjunto reportaron un crecimiento de 3.9 por ciento en ventas y 12.4 por ciento en utilidades respecto al mismo trimestre de 2024. Ambas cifras superaron las expectativas.
El sector que lideró utilidades fue cuidado de la salud, aunque tecnología sigue destacando, pues creció 7.9 por ciento en ventas, por encima del 6.6 por ciento previsto, y 12.9 por ciento en utilidades, arriba del estimado previo del 7.6 por ciento. En contraste, el industrial —clave para México por su alto nivel de integración con la economía estadunidense— mostró un lento crecimiento de utilidades, y una contracción, leve pero visible en ventas: -0.02 por ciento anual.
Las Siete Magníficas tecnológicas —con excepción de Nvidia, que aún no reporta— cumplieron o superaron expectativas. Alphabet, matriz de Google, creció 13 por ciento en ingresos; Microsoft, 20 por ciento; Meta, 16 por ciento. Apple y Amazon también entregaron cifras positivas. Solo Tesla fue la nota disonante: sus utilidades cayeron 71 por ciento. Además, para abonar a estas buenas cifras, la inversión (Capex) del promedio de estas empresas creció 45.6 por ciento.
En cualquier otra coyuntura esto sería motivo de un optimismo poco matizado. No es el caso este año: el índice de confianza de directores ejecutivos de Vistage cayó de 100.8 a 78.5 en apenas un trimestre.
¿Por qué hay buenos resultados y malas expectativas? Porque los datos cubren hasta marzo y aún no reflejan plenamente los efectos de los aranceles del famoso Día de la Liberación, que tuvo lugar en abril.
Mientras, 69 por ciento de los directores cree que los aranceles perjudicarán a sus compañías. Y esto no se limita a tecnología: el comercio minorista, la manufactura, incluso los servicios públicos —hasta hace poco vistos como zonas de refugio— podrían verse impactados si se desacelera el consumo o se encarecen los insumos.
Así, mientras la istración Trump hace pausas tácticas en su escalada arancelaria para calmar a los mercados, la incertidumbre persiste. Las bolsas han comenzado a estabilizarse, sí, pero la incertidumbre no se ha disipado ni hay visos, en el corto plazo, de que se disipe. En este entorno, a México le toca seguir impulsando la inversión en infraestructura y la optimización de su planta productiva para explotar la ventaja que sus condiciones geopolíticas le otorgan hoy.
Alfa positivo. El gobierno de México, a través de la Secretaría de Economía, anunció que la empresa Unilever realizará una inversión de 30 mil millones de pesos en el periodo 2025-2028, la cual generará mil 200 empleos: 400 directos y 800 indirectos.