La semana pasada comentaba en este mismo espacio sobre el llamado Día de la Liberación —así denominado por el presidente Donald Trump— y el desconocimiento que habría de su alcance. Si bien ahora sabemos más, la realidad es que ni en los mercados ni en el público en general hay total claridad sobre la medida. Incluso pareciera, de hecho, que ni en los círculos más cercanos al propio presidente la hay.
Tan es así que el lunes pasado, después de dos días de estrepitosos descensos en los índices bursátiles estadunidenses, ante un rumor de que los aranceles se cancelarían o pospondrían, el mercado tuvo un repentino repunte que, tras no contar con la confirmación de la noticia, se disipó y volvió a la caída libre en la que sigue hasta el día en que se escriben estas líneas.
En todo el mundo hay dudas de que Estados Unidos mantenga la política del Día de la Liberación por un tiempo prolongado. La razón es que la misma, con solo unos días de anunciada, ha generado ya altísimos costos para ese país. De acuerdo con Bloomberg, las pérdidas en los mercados bursátiles han alcanzado los 10 billones de dólares, y según Larry Summers, ex secretario del Tesoro, Estados Unidos se encamina ya —con alta probabilidad— a una recesión.
En el camino, Trump ha dado señales de que —como aquí hemos comentado— pretende usar la nueva política comercial como una palanca para obtener mejores términos de negociación con prácticamente todas las economías del mundo. Esto se alinea mucho con algunas de las estrategias que detalla en su libro El arte de la negociación, de 1987. En particular, hay tres elementos que ahí menciona que se asemejan a su modelo de toma de decisiones en el actual trance: pedir más de lo que se busca realmente obtener, abrir muchos frentes al mismo tiempo y no tener miedo de cambiar de postura cuando haga falta.
Quizás estos elementos le fueron útiles en su vida empresarial, habría que estudiarlo, pero en el caso de dictar la agenda comercial global, lo que este modelo de negociación trae es una incertidumbre que sigue creciendo y, con ella, costos que pueden sumir al mundo en la próxima gran recesión, la cual será autoinfligida.
Hay muchas teorías circulando sobre la verdadera motivación del presidente Trump y su equipo, incluyendo la de que se está buscando abaratar al dólar para reducir el costo de financiamiento de la deuda estadunidense. En lo personal, creo que son eso, teorías. Ya las próximas semanas nos darán más color. Mientras tanto, a México le queda aprovechar la relativa ventaja en que puede ponernos el hecho de que países que compiten con nosotros en materia de manufactura enfrentarán aranceles muy superiores a los que nos tocan, al menos por ahora.
Alfa positivo. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) anunció que durante marzo se sumaron 34 mil 179 nuevos puestos de trabajo, acumulando un total de 226 mil 731 en lo que va del año. Con lo anterior, el total de empleos registrados ante el IMSS ascendió a 22.5 millones.
