Uno se va, y otro llega, pero el naranja se queda. Enrique Alfaro deja la gubernatura para dar paso a Pablo Lemus, quien toma las riendas con la claridad de que aunque hay continuidad de partido, las cosas no pueden seguir igual.
Hoy comienza un sexenio complicado, con relaciones estatales fracturadas y una crisis de seguridad difícil de enfrentar.
Alfaro tuvo un gobierno de confrontaciones constantes: con la Federación, con la Universidad de Guadalajara, con colectivos de familiares de desaparecidos, con activistas, con medios de comunicación. A todos apuntó y disparó. Todavía a unos días de terminar su gestión lanzó un último tiro con la iniciativa para revisar el pacto fiscal, que hizo más estruendo que daño, porque se sabe que es prácticamente imposible que prospere.
Ya encaminado a ocupar el Palacio de Gobierno, Lemus comenzó a reparar esas grietas que dejó Alfaro.
La visita a la Cámara de Diputados en la Ciudad de México sirvió como un primer acercamiento para limar las asperezas con todas las bancadas, incluyendo la morenista, tras los desencuentros con el ex mandatario estatal y el polémico proceso electoral.
Con los colectivos, a los que Alfaro se negó a recibir durante seis años, trabaja en conjunto para la estrategia de atención a desaparecidos y la designación de funcionarios en la materia.
Los rectores entrantes y salientes de UdeG, Ricardo Villanueva y Karla Plantear, ya se reunieron con él para abordar proyectos en conjunto, en un mensaje claro de colaboración y transición.
Y por si queda alguna duda de que Lemus está pintando su raya del estilo alfarista, quita las vallas que durante seis años rodearon al Palacio del Gobierno y Casa Jalisco, un movimiento importante para restaurar la relación entre ciudadanía y gobierno, que manifiesta la voluntad de escuchar, dialogar y llegar a acuerdos.
Pero de buenas intenciones están llenos los panteones. Hoy Lemus asume el reto de mantener su palabra y cumplir con las expectativas de quienes confiaron en él, y demostrar a los que no que tampoco habrá continuidad alfarista.
