Que el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, cumplió una agenda VIP durante sus tres horas de visita a San Lázaro, pues solo conversó con el presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna; con el presidente de la Junta de Coordinación Política, el priista Rubén Moreira, y con el líder de Morena, Ignacio Mier, además de saludar de pasadita a vicepresidentes y secretarios de la Cámara de Diputados en el salón de sesiones. En contraste, a los coordinadores del PAN, Jorge Romero; de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, y del PRD, Luis Cházaro, ni por error los invitaron a saludar.
Que hablando de la Cámara, subió el tono la sinaloense Paloma Sánchez, del PRI, contra los ex gobernadores de su partido propuestos por la 4T a embajadores, ya que al presentar una iniciativa a favor de la autonomía de gestión de los Pueblos Mágicos, pidió que se les ordene a los futuros diplomáticos encargarse de la promoción de los puntos turísticos, pues “son muy buenos acatando órdenes”. Así se llevan.
Que se complica la trama sobre la obra de Frida Kahlo y Diego Rivera y es que por legado testamentario del pintor, los derechos pertenecen al Banco de México, que hoy encabeza Victoria Rodríguez Ceja. Sin embargo, se sabe que la familia Phillips Margain, heredera de Dolores Olmedo, comprometió los derechos de autor para expos digitales en un museo que albergue los cuadros en el nuevo parque Aztlán, sacando el acervo del recinto de La Noria, cuando su fundadora dejó por escrito que nadie debía hacerlo. Hay demandas además por la exhibición Frida, que se presenta en el Frontón México y otros países con derechos que otorgó precisamente el Banxico.
Que a propósito de arte, el director general para Europa en la SRE, Bernardo Aguilar, se reunió con Jorge Sánchez Cordero, uno de los abogados y diplomáticos más reconocidos a nivel internacional en materia de protección de bienes culturales, para revisar la defensa de éstos y la exploración de nuevas y distintas formas para evitar su venta, que es ilegal.
