El día de ayer el Comité de Medios y Arbitrio de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó, dentro de un paquete de reformas mucho más amplio, un impuesto del 5% sobre las remesas que envían migrantes radicados en los Estados Unidos hacia al extranjero, por lo que ahora pasará a discusión y de aprobarse será enviada al Senado.
Ese Impuesto es parte de la iniciativa presentada por el presidente Donald Trump y denominada por él mismo como “The One, Big, Beautiful Bill”, (El único, grande y hermoso Bill), la cual se convierte en una de las propuestas legislativas más amplias y controvertidas en décadas, aprovechando que, como buen populista, mantiene una mayoría legislativa en ambas Cámaras.
De acuerdo con congresistas republicanos, este nuevo impuesto proporciona desgravaciones fiscales adicionales para familias trabajadoras y pequeñas empresas, así como una recompensa a la inversión y la manufactura en el país.
Por supuesto que un Impuesto de esta naturaleza es un golpe directo al hígado de nuestro país, ya que actualmente es una de las más importantes fuentes de divisas y muchísimas familias dependen de su envío para su subsistencia, aunque también las mismas son utilizadas en “operación hormiga” para el lavado de dinero transfronterizo.
Podemos definir las remesas como el envío de dinero que realizan las personas desde un país de origen a otro país destino. En el caso de México durante el primer trimestre de 2025, se recibieron 14 mil 269 millones de dólares en remesas, una cifra récord que representa un incremento de 1.3 % respecto al mismo periodo de 2024, según lo dio a conocer Banco de México, eso a pesar de las restricciones migratorias impulsadas en el país vecino. Solo durante marzo recibimos envíos por 5 mil 150 millones de dólares, lo que representó un aumento anual de 2.7 % siendo claves para sostener la demanda interna en nuestro país de bienes y servicios.
El 98.8 % de las remesas llegan por transferencias electrónicas, el resto se envió en efectivo o en especie y giros postales. Del total de envíos electrónicos más del 51% fue cobrado en efectivo.
No se necesita ser brujo o economista para entender que el trato de Trump hacia los mexicanos residentes en ese país, indocumentados o no, incluyendo el riesgo de deportaciones masivas, el mayor proteccionismo económico impulsado por Trump, más el impuesto del 5% propuesto, provocará una afectación importante a las remesas enviadas hacia nuestro país, situación que agravará más la crisis económica en la que estamos inmersos.
En nuestro país, al gobierno de MorenaCo esa disminución se agrava más la crisis de liquidez heredada del gobierno de Manuel Andrés (MALO) por lo que de inmediato nuestra presidente Sheimbaum criticó la imposición del gravamen fiscal, pero cometió un exceso, ya que amenazó al gobierno gringo con movilizaciones. Ya me imagino a los de Morena de ambos lados de la frontera protestando en contra del citado impuesto, aunque dudo que los inmigrantes ilegales se animen a salir a movilizarse con el riesgo de ser deportados. Además habrá que explicarle a la presidente que de acuerdo con jurisprudencia de la Suprema Corte la doble tributación por sí misma no es inconstitucional
En el Senado el operador de MALO, Adán Augusto López, en su carácter de presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, pero avalado por todos los coordinadores parlamentarios, señalaron qué en Estados Unidos, todos los trabajadores, más allá de su estatus migratorio, pagan de manera cotidiana sus impuestos pese a que no pueden acceder a políticas sociales.
“Por lo que esta medida supondría una injusta doble tributación sobre ese 20% del ingreso laboral de los trabajadores migrantes que, reiteramos, ya tributado, abandona el país. Estos impuestos, además, no se traducen en un gasto social para el grupo poblacional que los genera, en muchos casos imposibilitado para acceder a las políticas sociales. El 80% restante, es decir, la mayoría de sus ingresos, se queda en la economía estadounidense, mejorando el bienestar de quienes allí viven”.
Qué bueno que en el Senado entiendan que la doble tributación es injusta, e inconstitucional (Sheimbaum dixit), por lo que les pasaremos una lista de operaciones gravadas en México dos o tres veces. Esperemos las deroguen por esos motivos.
