Se presentó el miércoles por la noche en el Senado de la República la iniciativa de una nueva Ley en esa materia, con un alto contenido de censura que nos hace recordar la época en que todo lo controlaba y censuraba la Secretaría de Gobernación, al grado de que, ahora, de acuerdo al contenido del artículo 201 de esta nueva ley de corte “chavista”, para exhibir una película extranjera, documental, anuncio, evento deportivo, etc. esto es “cualquier contenido”, que venga del extranjero que se quiera transmitir en radiodifusión o televisión de paga, será necesario obtener permiso previo, 15 días antes de la transmisión, de la ” Secretaría de Gobernación”, o sea, un contenido de un noticiero, o una publicación de “X”, Tik Tok, etc. ¿Solo lo podremos ver 15 días después, previa autorización? (es contenido).
También pretende controlar las redes sociales al extremo de que una Senadora del PT mencionó una frase digna de Maduro o Fidel Castro: “La televisión, la radio, la prensa, (ojo) las redes sociales tienen un poder inmenso, son espejos de nuestra sociedad, pero también son herramientas para transformarla y el Estado tiene la obligación de actuar cuando ese poder se utiliza para sembrar odio y dividir a nuestro pueblo” luego entonces, con esa lógica, cualquier crítica al gobierno de la CuatroTé, que se consideran ser el pueblo encarnado, implica sembrar odio, ya que está dividiendo al pueblo que solo ellos representan, y como consecuencia el Estado, por conducto de la recién creada Agencia de Transformación Digital (que el dictamen de Comisiones le da la categoría de Secretaría), deberá intervenir para salvar al pueblo de esos criticones. Otro Senador, de Morena, dijo que la nueva ley es la oportunidad para ponerle “un alto a la infodemia y dar paso a lo que debe ser una información veraz y crítica”, la cual es solo la de la 4T.
Desaparecen la autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones sustituyéndolo por esa agencia en manos de un solo hombre dependiente de la presidencia de la República, a quien le dan increíbles facultades, totalmente discrecionales, tales como revocar o no renovar concesiones, determinar que se puede o no transmitir en radio, televisión o en cualquier plataforma digital, redes sociales, medios, cuentas, canales, influencers, líderes de opinión, sin ninguna orden judicial, con el simple pretexto de combatir discursos de odio o información no veraz (¿a juicio de quién?).
Otro artículo que pone los pelos de punta es el 109 que faculta a “las autoridades competentes a solicitar la colaboración de la Agencia para el bloqueo temporal de una plataforma digital..”
Destaca también el artículo 280 de la iniciativa, ya que establece que las normas generales, actos u omisiones de la Agencia podrán ser impugnadas sólo mediante Juicio de Amparo Indirecto y no serán objeto de suspensión. Lo que implica poder atropellar descaradamente a cualquiera sin respetar el debido proceso y sus Derechos Humanos. Ya la ONU-DH hizo un respetuoso llamado al Senado mexicano a garantizar espacios de consulta y considerar estándares internacionales en libertad de expresión, información, privacidad, derechos digitales e indígenas, recordemos que ya hay una sentencia de 2015 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (caso Granier) precisamente relativa a un gobierno autoritario (Venezuela) contra “Radio Caracas Televisión”, donde le aplicaron a esa empresa medidas muy parecidas a las ahora autorizadas a la Agencia.
La cereza del pastel es el artículo cuarto transitorio, que deja “sin efectos los Acuerdos y otras disposiciones por medio de las cuales se declaran susceptibles de explotarse comercialmente, canales de frecuencias del servicio público de radiodifusión, que hubieran sido emitidos con anterioridad a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión publicada el 14 de julio de 2014”, para el buen entendedor: “No me digan que la ley es la ley”.
Se puede concluir que, en lugar de llamarle Ley Censura, debemos llamarle “Ley Salinas Pliego, Chumel, Loret, Brozo, Milenio”, ya que pareciera que a ellos va dirigida de inicio y luego a cualquier crítico.