La violencia impacta la inversión extranjera directa, no en el corto plazo, no es el único factor que mueve la aguja, pero crea una percepción de mercado.
Los lamentables homicidios de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores cercanos de Clara Brugada, jefa de Gobierno de CdMx el martes, se suman a los 316 registrados entre enero y abril de este año, sin contar los sucedidos hasta el 20 de mayo.
La cifra de homicidios dolosos es la más alta en la capital en 4 años y ha subido desde 2022.
Los crímenes, la violencia y la inseguridad enmarcan la percepción del mercado y mueven el estómago de los inversionistas. Es cierto que las inversiones millonarias prometidas por enormes empresas mexicanas o multinacionales no se caerán en 24 horas por lo sucedido hace unos días; la inseguridad es solo uno de los factores que determinan la IED, igual que el PIB per cápita, el tipo de cambio, los salarios y las tasas de interés. Pero no podemos seguir pensando que no pasa nada.
Si bien no toda la violencia afecta a los inversionistas por igual, los homicidios y los robos son de los crímenes que tienen un impacto más significativo en la IED, muestra la investigación de René Cabral y Eduardo Saucedo, del Egade, que midió el impacto del crimen en la IED de los 32 estados de México entre 2005 y 2015.
Según estos economistas, un alza de 1 por ciento en el número de homicidios provoca una reducción de 0.28 por ciento en la IED cinco trimestres después del aumento de dichos crímenes. Además, un aumento de uno por ciento en el número de robos provoca una caída en la IED de 0.33 por ciento un año y medio después.
Entre enero y abril de 2021 y ese mismo periodo de 2025 el aumento de homicidios dolosos ha sido de 8.8 por ciento en la capital.
Cabral y Saucedo subrayan que el golpe de los homicidios en la IED es significativo en los 16 estados con mayor nivel de delincuencia, donde además se percibe en menor tiempo.
Existen otros estudios que no coinciden que la inseguridad sea un factor determinante en la IED y sugieren que las empresas han desarrollado capacidades para lidiar con estos retos. En “Impactos espaciales de la inseguridad y el crecimiento económico sobre la IED en México”, los investigadores concluyen que la seguridad debe ser un tema regional, no solo local, pues cuando una ciudad mantiene la inseguridad bajo control, “pero sus vecinos no, esto tendrá una influencia negativa sobre los flujos de IED hacia la ciudad”.
Esta discusión puede ser eterna. Pero la realidad nos rebasa, lo sucedido esta semana no es normal y no es justificable. Quizá asumir que la inseguridad ejerce un efecto en la IED permitirá ponerle prioridad a la estrategia con recursos públicos para combatir la delincuencia y los homicidios. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Que se controle la inseguridad y la IED siga igual.