Cemex reportó que sus ingresos en México retrocedieron 25 por ciento en los primeros tres meses del año. PPG, la firma detrás de Comex, dijo que en el trimestre se le cayeron los proyectos grandes en nuestro país —esto es menos obra que requiere pintura y recubrimientos. Becle —José Cuervo— presentó una disminución importante en el número de cajas de tequila que vendió, y también menor volumen en los productos tipo ready to drink y bebidas no alcohólicas.
Desde Guadalajara, Betterware registró ingresos de 3 mil 500 millones de pesos —3 por ciento menos, que le llevaron a reducir 48 por ciento sus utilidades. Grupo Sanborns, que tiene las tiendas y cafeterías Sanborns, los Sears y también cadenas como Dax, iShop y MixUp, vendió 2.4 por ciento menos. Oxxo dijo que sus tiendas tuvieron menos tráfico. La utilidad de operación de Circle K pasó de 170 millones de pesos en el primer trimestre del año pasado a 100 millones este año. Walmex señaló que tuvo un menor número de transacciones en sus tiendas. América Móvil perdió más de 800 mil clientes de prepago y sus directores explicaron que el ingreso promedio por cliente se había reducido.
En fin —está claro, ¿no? Estuvo rudo el primer trimestre de 2025 para una buena parte de las empresas de este país. No para todos, por supuesto. Un segmento que pudo continuar avanzando fue el de los bancos grandes: BBVA reportó un crecimiento en su cartera de más de 17 por ciento e ingresos 10 por ciento mayores a los del año pasado, en Banorte la utilidad neta mejoró 8 por ciento y Santander dijo que tiene 12 por ciento más activos.
Pero lo que predominan son los resultados retadores, sobre todo en lo que se refiere a empresas que crecen cuando hay inversiones y a las que ganan conforme todos consumimos.
La primera parte es fácil de entender: los primeros 100 días de Trump generaron un nivel insólito de incertidumbre cuya consecuencia ha sido que muchas empresas prefieran esperar antes de decidir sobre nuevas iniciativas, e incluso posponer algunas inversiones relevantes. La segunda parte pareciera también reflejar cautela en el consumidor, la austeridad que le sigue a un año electoral y sí, una desaceleración después de años de crecer y crecer y crecer.
No perdamos de vista que para muchas empresas los últimos cinco años han sido muy buenos. Walmex, por ejemplo, pasó de vender menos de 170 mil millones de pesos en el primer trimestre de 2021 a más de 241 mil millones este año.
¿Qué podemos esperar para el resto del año?
En las salas de consejo hay sentimientos encontrados. Un par de empresarios con los que hablé la semana pasada me dijeron que creen que la segunda mitad del año será especialmente difícil. Otros no lo ven así: la cabeza de una de las principales cadenas de retail en este país me compartió que sus resultados en abril repuntaron y que su equipo sigue proyectando un año de crecimiento —moderado, pero al final positivo. Otro CEO me contó que está aprovechando para apretar las tuercas e incluso cerrar algunos negocios que han estado rezagados, confiado que terminará con una organización mucho más eficiente y rentable, lista para otra etapa de crecimiento que seguramente llegará.
Para quienes se dedican a construir y crecer empresas en este país, la constante a lo largo de la historia ha sido la incertidumbre y la inestabilidad: lo normal es tener que enfrentar trimestres así.
