Cultura

La dama que narró el mundo: Murasaki Shikibu y la primera novela de la historia

Amazonia

En el Japón del siglo XI, una escritora de la corte imperial dio forma a un universo de amor, intrigas y belleza efímera. Su ‘Genji Monogatari’ sigue siendo, mil años después, un prodigio narrativo.

Quizás alguna vez usted escuchó hablar de Genji Monogatari o la Historia de Genji, considerada como la primera novela moderna escrita por una mujer, Murasaki Shikibu, en el siglo XI.

En su obra la autora retrató los usos y costumbres del llamado periodo Heian en Japón, cuando la sede del gobierno residía en la ciudad de Heian-Kyo (Kioto) que permanecería siendo la capital de la isla hasta 1868. El periodo Heian se caracterizó por ser lo que se considera uno de los lapsos de mayor florecimiento en el arte y la cultura japonesa, destacando, entre otros, el desarrollo de la literatura.

Murasaki nació en una familia modesta lejanamente relacionada con la familia Fujiwara, que en ese entonces detentaba el poder militar, pero su padre era letrado y le dio una educación excelente enseñándole a leer y escribir el chino, que estaba prohibido para las mujeres. Se casó tardíamente con un hombre bastante mayor que le dio una hija, y poco tiempo después, al morir el esposo, entró a servir a la corte como dama de compañía, donde observó las intrigas y los enredos que describiría en su famosa novela.

A pesar de que Murasaki dominaba el chino decidió escribir en hiragana, el alfabeto silábico que usaban las mujeres para comunicarse y que hoy en día es usado por los niños mientras aprenden el uso del kanji. Se cree que fue así porque al principio la novela estaba destinada exclusivamente a ser leída por las mujeres de la corte.

Genji Monogatari es una narración ficticia, sin duda inspirada en la vida cotidiana de la nobleza y describe la concepción del príncipe Genji entre el emperador Kiritsubo y una dama de rango inferior, y posteriormente las aventuras amorosas del propio príncipe y la de su descendencia en una larga saga de 54 capítulos. En sus páginas no sólo recoge la historia del príncipe sino el ambiente de la corte. La mentalidad y los gustos de sus integrantes, así como sus pasiones, debilidades y recovecos psicológicos.

La novela en sí está catalogada como una obra maestra de la literatura, influenciada por la postura japonesa de iración por la naturaleza y por la fugacidad de la vida y el amor, reflejando el mono no aware, concepto que se traduce como “tristeza de las cosas” o la “conciencia de la transitoriedad”.

Su obra ha tenido una influencia decisiva tanto en la poesía como en la narrativa en la lengua escrita japonesa. Apenas unos años después de su muerte su novela comenzó a ser muy apreciada por poetas y críticos de la corte. Se le vio como ejemplo de filosofía confuciana y fue copiada e ilustrada en siglos posteriores en biombos, abanicos y puertas corredizas por grandes pintores nipones.

Murasaki también escribió poesía y un diario donde describe su relación en la corte con otras damas y su rivalidad con otra escritora contemporánea llamada Sei Shonagon. Gracias a este diario sabemos unos cuántos datos biográficos de quien en realidad ignoramos su nombre verdadero, pues se cree que Murasaki Shikibu es un seudónimo.

AQ

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